El misterio de la fuga de Alcatraz

Alcatraz

Alcatraz

Aunque ya hoy no es un penal como fue hace unas cuantas décadas y actualmente cumple funciones de museo, Alcatraz fue uno de los nombres más temidos por los delincuentes en Estados Unidos, porque era el último penal al que querrían ir en caso de ser encarcelados. Se hablaba mucho de los tormentos por los que pasaban muchos de los reclusos que se encontraban allí, el que estaba considerado como el penal más duro de todo el país, por algo recibía el sobre nombre de La Roca.

Además de ser la penitenciaría más dura de todo Estados Unidos, presumía de ser la única de la que nunca se había conseguido fugar nadie, sobre todo gracias a que está en una isla que a pesar de no estar muy lejos de la costa, la temperatura del agua en determinadas fechas del año es bastante baja, hay bastantes corrientes y suele haber bastantes tiburones.

Entre los días 2 y 4 de mayo de 1946 se realizó el primer intento de fuga, el cual fue masivo y fue reducido por el propio servicio de seguridad de esta prisión federal, con un saldo de tres reclusos muertos y uno herido y dos guardias muertos y once heridos. Además el intento de fuga finalizó con dos presos cómplices del motín ejecutados.

De manera oficial, se llegó a decir que la cifra de presos que intentaron fugarse fue de veintitrés, quienes fueron detenidos inmediatamente, seis fueron abatidos por los disparos de los guardias antes de que pudiesen llegar al agua y otros dos, que consiguieron llegar al agua, perecieron ahogados.

Fueron muchos intentos pero ninguno tan recordado como el que protagonizaron Frank Morris y dos hermanos, Clarence y John Anglin, presos por atracar bancos. Su historia acaba el 11 de junio de 1962 pero para llegar a ese día hay que remontarse atrás en el tiempo cuando su trabajo en la prisión les permitió fabricarse lo más parecido a un bote salvavidas con impermeables y diferentes plásticos que iban sustrayendo a diario de sus puestos de trabajo.

Después de un recuento nocturno, los tres presos consiguieron escapar de sus celdas mediante huecos que con el paso de los meses habían hecho y camuflado a la perfección. Llegaron a los conductos de ventilación que habían ido estudiando durante mucho tiempo para conocer la mejor vía de escape, llegaron a la azotea y desde allí se deslizaron al exterior mediante un canalón y escaparon.

A raíz de la fuga, descubierta en el siguiente recuento de presos llevado a cabo varias horas después, saltaron las alarmas. Al ser una prisión federal el FBI entró en juego y asumió que fueron a Angel’s Island a escasos tres kilómetros del penal. Tras escudriñar la zona encontraron diferentes pertenencias de Clarence, como unas fotografías y una pequeña agenda. A pesar de estar durante un mes investigando, finalmente a los tres se les dio oficialmente por desaparecidos. Desde aquel momento La Roca no era tan eficiente y no tardó mucho en ser clausurada como prisión.

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