El misterio de la expedición Dyatlov

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Expedición Dyatlov

Uno de los grandes misterios de la historia moderna nos ubica en Rusia, en la zona norte de los montes Urales, exactamente en el paso Dyatlov (antaño llamado Jolat Siagil) en honor a Igor Dyatlov, quien falleció junto al grupo de excursionistas que se aventuraron en hacer esa ruta.

Comenzaron la ruta a pesar de conocer el significado de Jolat Siagil, donde en la lengua de los Mansi, los nativos de los Urales, significa “Montaña de la Muerte”. Y eso fue lo que encontró aquella expedición, la muerte después de pasar una noche de auténtica pesadilla, donde hay algunos testimonios en forma de fotografía y películas de vídeo.

Todo comenzó en enero del año 1959, cuando un grupo de personas se preparaban para realizar una excursión y esquiar a través de los Urales. Todos formaban parte del Instituto Politécnico de los Urales. El grupo estaba compuesto por:

  • Igor Dyatlov, 23 años y líder del grupo. Estudiante del departamento de Radio.
  • Liudmila Dubinina, 21 años, estudiante de Economía.
  • Zinaida Kolmogorova, 22 años, estudiante del departamento de Radio.
  • Ristem Slobodin, 23 años, estudiante de la facultad de Ingeniería.
  • Yuri Doroshenko, 21 años, estudiante de Economía
  • Aleksandr Kolevatov, 25 años, estudiante del departamento de Geotecnia.
  • Alexander Zolotarev, 37 años, guía de montaña.
  • Nicolas Thibeaux-Brignollel, 24 años, estudiante de la facultad de Ingeniería.
  • Yuri Krovonischeko, 24 años, estudiante de la facultad de Ingeniería.
  • Yuri Yudin. El único superviviente.

Todo estaba listo para comenzar y la ruta estaba catalogada como de categoría 3, debido a que era bastante dura. El objetivo principal era alcanzar el Monte Otorten, a unos 12 Km al Norte del paso Dyatlov, después regresar antes del día 12 de febrero a Vizhai. El grupo llegó a la ciudad de Ivdal el día 25 de enero, en pleno invierno ruso, y tras conseguir transporte partieron hasta Vizhai, la última población en el extremo norte de esta área de los Urales.

El día 27 de enero comenzaron la marcha, pero Yuri Yudin tuvo que regresar hasta Ivdal dado que cayó enfermo y no pudo seguir el ritmo de los demás, pero el grupo decidió continuar y el día 31 de enero comenzaron a internarse por las zonas más altas de los Urales, teniendo que hacer escalada.

El 1 de febrero quisieron cruzar un paso montaña para llegar al campamento que estaba en el otro lado pero el mal tiempo se adueñó del entorno y las fuertes rachas de viento y nieve junto a la poquísima visibilidad hizo que el grupo se desorientase, desviándose de su camino. Tiempo después se dieron cuenta de su error y decidieron quedarse en el mismo sitio hasta el día siguiente, con la esperanza de que la tormenta amainase y poder rehacer su camino. No se supo más de ellos.

Se esperaba que Dyatlov enviase un telegrama confirmando su regreso a Vizhai el día 12 de febrero, pero nunca llegó a sus destinatarios, sus compañeros del Instituto Politécnico de los Urales, quienes organizaron un grupo de búsqueda y rescate el 20 de febrero al que se sumaron dos helicópteros.

Seis días más tarde, en una ladera del monte Kholat Syakhi, se encontró el campamento abandonado y en un pésimo estado, lo que hizo temer lo peor. En la nieve aún se podía distinguir vagamente un grupo de huellas que llevaban a un bosque a cierta distancia de allí pero las huellas se perdieron cuando llegaron al bosque.

Buscaron por la zona y encontraron restos de una hoguera y al lado un cadáver descalzo, solamente vestido con su ropa interior térmica. Continuaron con su búsqueda y encontraron otros tres cuerpos y según su posición parecía que habían sido abatidos mientras escapaban de alguien, o de algo…

Tuvieron que pasar dos meses para encontrar los cuerpos del resto del equipo, todos ellos sepultados bajo la nieve, junto a uno de los arroyos que discurren por el interior de aquel misterioso bosque.

Nadie sabe a ciencia cierta lo que ocurrió con este equipo y según la autopsia de los primeros cinco cuerpos encontrados se reveló que no existían lesiones que hubieran supuesto la muerte de ninguno y en un principio se achacó la muerte a una hipotermia.

Cuando se les practicó la autopsia a otros tres cuerpos se descubrió que contaban con heridas mortales, importantes daños en el cráneo o peligrosas fracturas en sus cajas torácicas, como si hubiesen sido atropellados por un vehículo a gran velocidad y a una de las chicas le faltaba la lengua e incluso dos cadáveres tenían altos índices de radiación, lo que añadía más misterio aún.

Fueron muchas las hipótesis que se barajaron sobre lo ocurrido y una de ellas fue que los indígenas Mansi pudieron haber acabado con ellos por haber entrado en sus tierras. Los familiares declararon que el cadáver de sus hijos tenía un extraño color de piel, demasiado marrón, algo incomprensible.

Sigue siendo un enorme misterio del cual posiblemente no tengamos nunca la respuesta exacta a lo que allí sucedió, pero lo que está claro es que no fue el frío lo que precisamente acabó con la vida de este grupo de jóvenes.

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