Codex Gigas: la biblia del diablo
El Codex Gigas, la biblia del diablo
En la historia se han escrito muchos libros de gran importancia, algunos que han conseguido cambiar el mundo como la Biblia, otros que reflejan la pura esencia del mal como es la leyenda del Necronomicón o uno tan especial como es el Codex Gigas, un libro considerado como la Biblia del Diablo. Este libro tiene varias características muy peculiares en el se pueden encontrar antiguas historias, curas medicinales, encantamientos mágicos, entre un sinfín de relatos bíblicos sobre Satán.
Una de ellas es su tamaño, un tamaño poco usual para ser un manuscrito medieval, lo que hace que esté considerado como el más grande de su categoría que hay en todo el mundo. Tiene unas medidas de 92 x 50 x 22 cm y por esa razón se llama de esta forma Codex Gigas o “Libro gigante” en latín.
En su momento fue considerada como la octava maravilla del mundo y se decía que pudo ser la obra del mismísimo Diablo, quien pudo hacerla él o tener a alguien bajo su hechizo para que plasmase en las grandes hojas de este ejemplar gran parte del conocimiento hasta aquel momento.
Es un libro que ha sido estudiado una y otra vez por expertos, quienes coindicen en que se trata de una obra de arte y que merece la pena que sea estudiado en profundidad para que revele más información sobre su autor, por qué lo escribió, en qué se basó y cuál fue su inspiración así como otros detalles que podrían arrojar luz sobre este misterioso y único ejemplar.
Según los resultados de recientes investigaciones, se ha podido saber más o menos que fue creado a principios del siglo XIII en un monasterio de la República Checa, exactamente en el monasterio benedictino de Podlažice, del cual hoy en día no quedan nada más que ruinas y su autor fue un monje conocido como Herman “el Recluso”.
Con el paso del tiempo, el monasterio tuvo que venderlo al obispado de Praga, aunque sería tomado como botín por el emperador Rodolfo II de Habsburgo en el año 1594 para posteriormente ser saqueado por los suecos al final de la Guerra de los Treinta años. Hoy en día se exhibe en Suecia, en la Biblioteca Nacional, donde se libró de ser pasto de las llamas en un incendio que hubo en el año 1697, aunque pudieron lanzarlo por la ventana y salvarlo, una de las posibles razones del por qué le faltan algunas de sus hojas.
Hoy en día se conservan 624 páginas del Codex Gigas y en ellas se tenía como objetivo aunar diferentes áreas del conocimiento humano así como el texto completo de la crónica de Cosmas de Praga, hechizos mágicos, curas medicinales, las Etimologías de San Isidoro de Sevilla, la Vulgata o Biblia latina, una lista necrológica y dos textos del historiador Flavio Josefo entre otros.
Se dice que Herman “el Recluso” lo escribió durante unos 30 años, día tras día, aunque su intención era acabarlo en una noche como penitencia después de haber roto sus votos sagrados, pero como finalmente se dio cuenta de que no podría acabarlo, rezó al propio Satanás para que le ayudase a terminarlo, tardase lo que tardase y se dice que al final accedió pero con la condición de que apareciese en una de las páginas del libro como si de un homenaje se tratase.
Después de varios estudios grafológicos se ha sabido que fue escrito por una sola persona, incluso las ilustraciones. Según una investigación realizada por la National Geographic, se ha calculado que el Codex Gigas tomó alrededor de 5 años sin descanso para escribir. ¿Qué inspiró a este monje a escribir semejante libro? ¿Por qué ese tamaño más grande? ¿Por qué lo escribió? Son preguntas que quizá no tengan respuesta.
